jueves, 26 de julio de 2012

Nuevas reflexiones surgidas a raíz de los últimos artículos de Luis García y sus repercusiones - por Paco González



Debido al intenso debate surgido a raíz de la publicación del artículo de Luis García sobre la Neuromagia, me gustaría hacer una pequeña reflexión en voz alta en relación al último mensaje publicado por Kiko Pastur en el foro de Magia Potagia. Si no lo habéis leído todavía, este es el enlace: http://www.magiapotagia.com/f23/neuro-articulo-luis-garcia-33545/index5.html
Primeramente, me gustaría dejar constancia de mi respeto, cariño y admiración hacia la persona de Kiko. Muchas de sus contraposiciones me han hecho reflexionar acerca de algunas cuestiones relevantes ¡¡¡Qué importante es el debate y participación general en el proceso de desarrollo de las nuevas concepciones de la magia!!!

Creo que el planteamiento de la Magia Metafórica es una de las teorías conceptuales más complejas a las que me he enfrentado desde que decidí dedicar mi vida en cuerpo y alma a la magia, concretamente, a la Magia de Cerca. Al final, todos los artistas (o los que aspiramos a serlo) lo que buscamos en el arte es la Acción. En primer lugar porque el arte, como medio de expresión que es, inevitablemente modifica la realidad en la que es concebido (abre puertas que antes no existían para que sean traspasadas) y concibe, a su vez, otras esferas de la realidad (lugares imposibles, seres míticos, paisajes desconocidos, amores prohibidos…)
El artista, por tanto, siempre persigue un cambio de la conciencia sobre el mundo a través de la Acción Creadora, ya sea en él (si no quiere compartir su obra) o en los demás (si la comparte). De cualquier modo, la experiencia de un ser humano ante una obra de arte que le cautiva, modifica su percepción acerca del mundo que le rodea. El arte no es bueno o malo, más bien es útil o inútil. No existe un catálogo de parámetros emocionales según el cual clasificar los poemas, cuadros o efectos de magia (aunque el científico Gazzaniga tenga la esperanza de redactarlo en el futuro). Solo sabemos que es el arte quien nos encuentra a nosotros bajo los designios de una misteriosa llamada.
Veamos cómo se aproxima la RAE a la definición de Arte (concepto indefinible de por sí)
Arte: Manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros.
De esta definición popular entendemos que el arte SI BUSCA UNA UTILIDAD: Manifestar y expresar una visión personal (creencias) sin pretensiones de convertir (que no de transformar) a nadie en función de intereses personales (políticos, religiosos…). Dicha manifestación actúa (producto de la Acción) sobre dos planos; el real u objetivo (realidad como espacio común de la convivencia. Aquí se encontraría el ilusionismo clásico) y el imaginado o subjetivo (acceso a otros mundos posibles más allá de los confines de la razón. Ilusionismo Metafórico y Magia Metafórica).
Yo, a diferencia de lo publicado recientemente por Kiko, sí creo que el arte es la manifestación de una creencia. Y estas creencias congénitas del arte, lejos de ser desaconsejables, se hacen necesarias. Así es como nos posicionamos en el mundo, pero no respecto a los demás sino respecto a nosotros mismos. El ser humano necesita creencias (no me refiero exclusivamente a las creencias religiosas), para mantenerse vivo y dar un sentido a su vida. Solo así se mitiga el insoportable vértigo que, ante la inmensidad de lo desconocido, sufrimos durante nuestra corta existencia. Cambian los dioses, las tradiciones y las mentiras de los hombres pero no las estructuras arquetípicas del pensamiento.
La sociedad actual, manipulada por el capital, a través de sus representantes en los puestos de poder, para que no cuestionemos sus mentiras, nos educa en el rechazo absoluto al mundo de las creencias que son propias y exclusivas de nuestra naturaleza. Consumidas en el fuego de la lógica las alas del pensamiento, somos seres dóciles y manipulables que no cuestionan las acciones interesadas de un sistema en el que somos instrumentos prescindibles al servicio de sus intereses. Ante esta situación precaria, el arte nos libera y nos conecta con las raíces profundas y ancestrales de nuestro ser, allí donde la cultura, el estado y la moral (que no la ética) nos oprimen.
Lo que Luis García propone con la Magia Metafórica es, aunque conceptualizado, el ideal del arte universal. Este ideal lo conocen bien, intuitivamente, todos los artistas. El poeta no escribe para entretener al lector. No creo que El Bosco pintara el Juicio Final para agradar a la vista o embellecer un salón o sacristía (aunque lo venda con esos fines por ser su oficio el de pintor). El propio Kiko, muy consciente de esto, me dijo en una ocasión que el arte a la carta es, simplemente, una mentira. Entonces ¿por qué el mago tiene que crear para entretener? ¡¡Cuidado!! No digo que un espectáculo de magia no tenga que divertir, de hecho, HA DE HACERLO. Pero la diversión no puede ser objetivo prioritario de la construcción de una línea escénica. Las películas más importantes de la historia del cine, los grandes clásicos de la literatura o de cualquier otra rama del arte, no lo han sido solamente en función de lo divertidas que han resultado. En el ilusionismo convencional existe para muchos magos la falsa idea, una idea interesada, de que divertir es sinónimo de hacer reír, y cuanto más rían mejor, siendo la “magia” una anécdota que caerá en el olvido al igual que el humor burdo que la acompaña.
Volviendo al tema de las creencias, Kiko mostraba un cierto rechazo hacia la expresión pública de una creencia en la sesión de magia. Para ello argumenta que al espectador no se le deben cuestionar sus propias creencias sin habérsele consultado antes. Pero eso es como decir que un visitante budista de la capilla Sixtina debería de ser avisado de antemano pues las interpretaciones pictóricas que de la creación del mundo va a encontrarse pueden chocar, ofender o pasar inadvertidas respecto a sus creencias personales. Uno no se acerca al arte identificándose con un carnet, título universitario o un credo. EL ARTE, ELEVADO A SU MÁXIMA EXPRESIÓN, ES UN PEQUEÑO ESTADO DE MUERTE INTELECTUAL (muere lo que somos) Y RENACIMIENTO (nacemos sin ningún tipo de prejuicios ante la obra evocadora).
Eso sí, el artista, en su condición de personaje público, tiene dos responsabilidades irrenunciables, provocar y respetar; Provocar mostrando otros aspectos de la realidad global diferentes a los ordinarios. Respetar, y esto para mí es muy importante en lo tocante a mi postura respecto a la magia metafórica, evidenciando que tus ideas de la realidad son fruto de la elección de un camino subjetivo entre infinitos caminos. Lo único importante en la elección de cualquier camino posible es la aspiración a la verdad como ideal.
Llevo viviendo de la magia muchos años y soy consciente de que el público, al final, lo que pretende cuando paga una entrada por vernos es desconectar de los quehaceres de la vida cotidiana. Esta pretensión, en mi caso particular (perdonad que haga referencia a mi experiencia personal), creo que la consigo habitualmente con mi humildísima sesión de magia. De lo contrario, no hubiera podido pagar las facturas que me permiten disfrutar y crecer con mi trabajo. Sin embargo, la concepción de la Magia Metafórica, mi interpretación personal de su esencia, me ha permitido hacer evolucionar mi magia que es más verdadera. En primer lugar porque ahora soy consciente de muchos factores que antes no me planteaba como por qué hago magia, cómo quiero trasmitirla, qué pretendo al hacerlo o qué quiero mostrar de mí a los demás ¿En qué ha ganado mi magia? En que ahora es mucho más auténtica y eso el público lo percibe de alguna forma. En un engranaje calibrado de todos los elementos de la construcción mágica, las ideas metafóricas pueden abrir, como llaves maestras, las puertas de los sueños de nuestros espectadores. Estas ideas o tendencias de pensamiento son compatibles totalmente con la comercialidad e incluso, a diferencia de lo que muchos puedan pensar, con los recursos del humor. Una sesión completa es, para mí, aquella en la que hay tiempo para pensar, reír, evocar, contar… vivir, al fin y al cabo, una experiencia especial, vivificante y vivificadora.
Llegando ya a la parte final de esta reflexión, a mí me parece muy acertada la diferenciación entre Magia Metafórica e Ilusionismo Metafórico planteada por Vicente Mustieles y Mariano Vílchez, pues es la solución teórica más equilibrada entre los términos radicalmente opuestos Ilusionismo Clásico y Magia Real. Un buen espacio donde sentirnos cómodos los que, como es mi caso, creemos que la Magia es mucho más que un simple rompecabezas carente de contenido pero no aspiramos a la Magia Metafórica por no comprenderla en toda su extensión o por no sentirnos quienes para la consecución de tamaña empresa.
En este sentido, no comparto tampoco con Kiko su desacreditación de estas nuevas terminologías, que lo son en el contexto de una tendencia de pensamiento concreta, argumentando no corresponderse dichos términos con el significado literal de las palabras que los definen. Pensemos por un momento. El lenguaje está vivo y es dinámico. Cuando las palabras se echan a andar los significados no se articulan en bloques. La literalidad es un recurso reduccionista ¿en qué consiste la poesía sino en derrumbar los límites del lenguaje? Si medimos por el mismo rasero los términos de Ascanio ¿no serían discutibles también algunos desde un análisis literal? Por otra parte, la RAE no prioriza en los tecnicismos exclusivos de cada gremio u oficio (aparecen cientos a diario). Según este tipo de aforismos sobre la importancia de ajustarse a la literalidad, deberíamos responsabilizar por imprecisos a los que acuñaron términos aceptados posteriormente por la cultura como Dadaísmo, Simbolismo, Pintura Metafísica, Cubismo etc… Abarquemos estos términos desde la significación oficial de nuestra querida lengua y juzguemos si en estos casos, como en otros muchos, la literalidad impera sobre el concepto o el concepto sobre la literalidad.
Desde luego, la palabra magia no debería de ser un saco en el que todo cabe. Para avanzar en el estudio de nuestra querida magia tenemos que continuar con la necesaria labor de conceptualización y clasificación que emprendió en nuestro país el maestro Arturo de Ascanio. La Magia es un ARTE en pleno estado de desarrollo y es nuestra responsabilidad continuar analizando y clasificando los recursos y posibilidades que nos vamos encontrando. Solo así podremos legarla a las futuras generaciones con un mayor grado de claridad y comprensión de sus contenidos.

Paco González. Desde algún lugar de las tierras del Duero a las 5:29 h

2 comentarios:

  1. Genial artículo Paco. ¡Seguiremos trabajando!
    He leído que se está pidiendo "acción". En eso estamos, experimentando poco a poco y con buenos resultados. Como ya he comentado, y publicado, mi acercamiento personal a la magia metafórica (aunque creo que toda la magia es metafórica): es el realismo mágico (ver El Trabajo Prohibido) y mi sesión personal crece en esa línea.
    La sesión experimental en vídeo (no completa) de la que disponemos es precisamente la grabada por Paco. Aquí la tenéis: http://cartoilusionismo.blogspot.com.es/2011/08/sesion-de-cartoilusionismo.html
    Saludos!

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  2. Gracias Paco. Los que prefieren las sombras que sigan al final de la caverna, yo seguiré buscando la luz.

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